País de origen

España

Comunidad en la que resides

Comunidad Santa Elena de Madrid – España

Años de profesión

34

¿Es la primera vez que participas en un Capítulo General, o ya lo habías hecho con anterioridad? Explícanos tu experiencia

Ésta será la segunda vez que participo en un Capítulo General. La primera vez que participé fue en el año 2010, en el que celebramos el XX Capítulo General. Para mí supuso un punto de inflexión en mi vida. Me ayudó a tener una visión más amplia, realista y global del Instituto además de ser más consciente de su complejidad.

¿Cómo te sientes y cuáles son tus expectativas con respecto al XXII Capítulo General?

Mi actitud ante el XXII Capítulo General es de apertura, de diálogo y de responsabilidad. Una de mis expectativas es que consigamos crear un ambiente de discernimiento y diálogo para poder marcar líneas de acción concretas para el próximo sexenio, que nos ayuden a identificar la actualidad de nuestro carisma, a clarificar qué es la misión compartida, para ser conscientes de lo que supone para nuestro Instituto.

Queremos conocerte mejor, explícanos algo sobre ti: ¿Cómo te definirías, o qué querrías compartir con todos nosotros?

Me definiría como una mujer responsable, respetuosa, sensible, minuciosa, un tanto perfeccionista y exigente conmigo misma. El 11 de septiembre de 1988 hice mi Profesión Temporal en Madrid y el 4 de septiembre de 1994 mi Profesión Perpetua en Porcuna (Jaén), mi pueblo natal. En mis 34 años de vida religiosa, he tenido la oportunidad de realizar la misión en la enseñanza; como maestra descubrí la importancia de la formación y educación de los niños en su primera etapa de la vida, transmitiéndoles los valores humanos y cristianos que ayudan a crecer como personas. También he podido acompañar a las personas mayores de nuestras residencias, en su última etapa de la vida y a los enfermos de nuestra clínica Sta. Elena de Madrid, atendiendo sus necesidades espirituales y religiosas desde el Servicio de Pastoral de la Salud. En la misión he aprendido a escuchar a los demás, a guardar silencio, a estar atenta a sus necesidades, a respetarlos y a transmitir paz estando al lado del que sufre. La misión me ha hecho crecer en mis cualidades para ponerlas al servicio de las personas que me rodean.